Producción

Animales... ¡humanos!

Desde su creación en 1984, el Cirque du Soleil se alejó de las tradiciones y solo recurrió a… humanos.

¡Hasta ese momento, los códigos del arte circense estaban vinculados desde hacía siglos con la presentación de animales!

Domadores de osos en la Edad Media, números de equilibristas a caballo en el siglo XVIII, adiestramiento de animales exóticos y circos de fieras a comienzos del 1900. El público estaba cautivado por la posibilidad de controlar a los animales, especialmente los más salvajes.

Durante la segunda mitad del siglo XX, los espectáculos de circo otorgan mayor importancia a la actuación humana. Si bien el circo sigue siendo el lugar donde lo imposible se hace posible, el circo se centra más en el dominio del cuerpo que en el control de los animales. La evolución de la conciencia y la protección de los animales excluyen poco a poco a nuestros amigos de las carpas.

Una decisión tomada con determinación

¡En la década de 1990, el Cirque du Soleil tomó la decisión de que los animales fueran interpretados por los propios artistas!

En Alegría, presentado en 1994, los artistas interpretan a pájaros. En , encarnan cangrejos y tortugas. En Cirque du Soleil ECHO, nuestra creación más reciente, hay una gran cantidad de personajes mitad humanos y mitad animales, que llevan máscaras con la imagen de un toro, un elefante y una foca, por nombrar solo algunos de ellos. Sin olvidar a los protagonistas de JOYÀ, quienes exhiben cabezas de lagartos, lémures, pavos reales o incluso de conejos.

Todos estos disfraces, maquillajes y accesorios se diseñan y fabrican por completo en los talleres de la sede central internacional en Montreal. Los artesanos del Circo deben contar con una imaginación y un ingenio desbordantes para darles vida a estos falsos animales, antes de presentarlos ante millones de espectadores. Así es como los insectos de OVO y el jaguar mecánico de LUZIA viajan a través de los continentes desde hace años.

Templo de lo posible, el Circo es un lugar donde también se pueden observar animales imaginarios y fantásticos, como los Draliones o la fauna del planeta Pandora, provenientes del universo de Avatar, con sus marionetas extraterrestres, sus disfraces de Na’vis azules y su imponente Toruk planeando sobre los espectadores.

Desde su origen, el Cirque du Soleil nunca quiso transmitir la imagen de la domesticación de los animales, por el contrario, a través de sus creaciones, adhirió a una filosofía de amistad y colaboración con la naturaleza. La magnífica simbiosis con el planeta y todos los creadores que lo habitan merecen su lugar en el primer plano de producciones como ECHO y LUZIA.