Nelson Molina es un hombre con buen ojo y buen oído para los tesoros. Nelson, empleado del Departamento de Saneamiento de la Ciudad de Nueva York durante más de 30 años, se ha hecho famoso por su habilidad para encontrar artículos interesantes que otros neoyorquinos arrojan a la basura y darles una nueva vida. “Treasures in the Trash”, un corto documental galardonado, sobre Nelson, lo muestra sacudiendo las bolsas que recolectó para escuchar los indicios de algún tesoro abandonado en su interior.
A lo largo de su carrera, la colección de artículos rescatados de Nelson creció hasta superar los 40 000 objetos. Todos ellos están almacenados en un garaje del Departamento de Saneamiento de Nueva York en East Harlem, un museo no oficial en honor a la belleza desechada, llamado “Tesoro en la basura”.
La afición de Nelson por encontrar artículos de valor en la basura comenzó cuando era un niño de una familia de bajos ingresos de Nueva York. Rápidamente se dio cuenta de que en la sociedad del descarte actual, muchas personas estaban dispuestas a desprenderse de bienes que aún se podían utilizar perfectamente o que solo necesitaban un poco de amor para seguir funcionando. Luego les llevaba los artículos que descubría y reparaba a sus hermanos. Como dice Nelson: “Yo era Papá Noel para mis hermanos y hermanas”.
No hay otro como Nelson; tiene una capacidad para encontrar y preservar la belleza donde otros la han ignorado. Ese impulso creativo y artístico lo ha llevado a crear una colección que comparte con sus compañeros de trabajo, y que algún día podría abrirse al público en general. A través de sus ojos, reconocemos la destreza, el diseño, la historia y la emoción humana que representan estos objetos. Además, nos ayuda a darnos cuenta de que los artefactos que el corazón y el alma humanos desechan se pueden encontrar incluso en la basura.
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