Cuando Tom Nash tenía 19 años, contrajo una enfermedad devastadora llamada septicemia meningocócica. La infección lo dejó con ambos brazos amputados a la altura del codo, ambas piernas amputadas por debajo de la rodilla y la cara y el cuerpo llenos de cicatrices. Pero Tom no perdió su creatividad ni la determinación, lo que le permitió no solo superar sus discapacidades, sino prosperar como artista, pensador, orador inspirador y DJ.
Como era guitarrista antes de su crisis de salud, Tom se dedicó primero a inventar una forma de tocar la guitarra con sus ganchos protésicos. Trabajando con amigos y usando afinaciones abiertas, creó un sistema que le permitió hacer realidad ese objetivo.
Tom no se detuvo ahí. Se reinventó a sí mismo como DJ, a pesar de tener que aprender el arte desde cero. Con sus amigos, comenzó a organizar actuaciones en clubes nocturnos en Sídney, para terminar al mando de la pista de baile como DJ Hookie. Hoy, DJ Hookie toca en festivales por toda Australia y es reconocido mundialmente por su talento.
Para Tom, la inclusión nunca fue negociable. Desde los primeros días en que organizaba fiestas en los clubes nocturnos, quiso asegurarse de que todos fueran bienvenidos y se sintieran incluidos en una atmósfera verdaderamente abierta.
Tom ha recibido elogios en todo el mundo por su defensa pública en nombre de las personas con discapacidades, en donde se incluye una popular charla TED. Pero lo que más disfruta de su trabajo es la soledad que experimenta en la búsqueda de su arte. Durante esos momentos sensoriales, se encuentra solo con su centro creativo, que opera más allá de los límites y desafíos físicos.
Si bien el Cirque du Soleil se asocia con mayor frecuencia con proezas y expresiones físicas extraordinarias, también entendemos ese proceso interno y la paz interior que el artista logra en la cima de su actuación. Además, nos inspira la extraordinaria capacidad de Tom para superar las limitaciones a través del poder de la conexión y la creatividad.
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